lunes, 24 de enero de 2011

Como si se tratara de una crónica anunciada…


San Ignacio Cerro Gordo, Jalisco... 24/Enero/2011..






Como si se tratara de una crónica anunciada…

ayer comenzaron las fiestas de San Ignacio Cerro Gordo, confieso que no es de mi muy agrado el asistir a los desfiles de las fiestas, pero a insistencia de mi esposa (por no decir que me obligaron) tratamos de conseguir un lugar con el debido tiempo para poder apreciar el desfile.

Las cosas parecían prometer, al llegar al centro de la población, a pie claro está, fui siendo espectador de una carrera ciclista que se desarrollo a campo traviesa por el cerro gordo y llegando como meta por la calle Morelos, una excelente forma de promover el deporte, al acercarlo a la gente y que ésta se sienta orgullosa ya que algunos de los ganadores en las diferentes disciplinas son oriundos de esta tierra.

Caminando entre bicicletas, conduciendo mi carreola, me acerque al centro en busca de un buen lugar, traté obviamente de buscar uno que tuviera sombra o que la prometiera por el paso del tiempo, y lo encontré a una cuadra del centro por lo que como buen conductor estacioné perfectamente mi carreola pegada al machuelo de la calle, respetando el sentido de circulación de otras carreolas que acompañaban a los paseantes.

Ya instalado, según yo con una media hora de anticipación a la hora señalada para el inicio del desfile, me dirigí en busca de alguna fruta para disfrutar el momento, así es que con mi vaso desechable lleno de jícama y pepino con retearto chile y limón acompañado de una fanta que me regalaron de promoción en la plaza principal más la sombra del edificio aledaño a mi zona de estacionamiento fui testigo de como el tiempo pasaba y pasaba, pero el desfile ese si nomas no pasaba.

Por fin, luego de una deslucida premiación a los ciclistas, las principales calles y sobre todo aquellas por las que pasaría el desfile inaugural de las fiestas, se iban llenando de gente, algunos estrenando sus mejores galas y sus tejanas muy bien arregladas, las botas lucían por todos lados, tanto en los pies masculinos como en los femeninos. Un despistado pasó por el centro de la calle con una actitud de llamar la atención pero para algunos (entre ellos yo) lo que nos llamó la atención fue la etiqueta que salia por el cuello de su camisa, señal inequivoca que él si estaba estrenando.

Por fin, a lo lejos se ve una patrulla de policía, llena de polvo, bastante sucia a mi parecer, era el preludio de que se aproximaba el desfile, por fin. Luego de estar esperando por más de una hora y media es decir a las dos de la tarde se comenzó el desfile. Y para colmo de mis males, de por si chaparro como me hizo Dios, tuve la desgracia que un buen hijo de… vecino que media unos 1.80 metros, se pusiera delante mío y no me permitiera ver el desfile como lo hubiera querido. Tanto esperar para que un cabr…estante no tenga reloj en su casa y llegue tarde y todavía el cínico se ponga a mero adelante como si le estuviéramos apartando lugar.

En fin, tuve que desviar la cabeza para otro lado y buscar la manera de poder apreciar el desfile, o más bien de cuidarme del desfile. Un OVNI golpeo mi ojo cegándolo por un momento, pense que me había caido algun trozo de oro, por que lo único que recuerdo es haber visto un destello dorado, y cuando trate de recobrar la vista casi visito el suelo, un mozalbete se encontraba agachado juntando lo que parecía un dulce en envoltura dorada. Por un momento agradecí a Dios no haber estado en el paso de los vehículos del gas o de las bebidas enlatadas, por que el daño hubiera sido mayor.

He de decir que pasó el desfile con más pena que gloria, carente de lucimiento, sin temática, sin mostrar siquiera festividad alguna, si me hubiera colocado junto al “semáforo del California” hubiera visto pasar mas variedad de vehículos, pareciera si más bien se tratara de un concurso de quien traía más chelas dentro del vehículo.

A los organizadores se les olvidaron (voy a poner así para no poner que no tenían ni una pisca de idea de lo que es un desfile inaugural), que tienen que promocionar una marca o un concepto y si el lema de la feria es VIVE LA FIESTA, pues ha que hacer que la gente sienta eso.

Para colmo; como si se tratara de una crónica anunciada. Sucedió lo que tenía que suceder, después de que personas conocedoras de este tipo de eventos, han pronosticado en demasía que el arrojar dulces u objetos, lo único que hace es hacer que los espectadores entre ellos los niños, se arrojen a los vehículos o debajo de ellos para obtener el premio, aún cuando el premio sea la ruptura de los huesos de la pierna, como sucedió con una pequeñita, que se arrojó a las llantas de un vehículo participante y el conductor arrolló a la niña.

Esto debe ser un llamado a la autoridad como a nosotros mismos, si las costumbres están mal hay que cambiarlas, las costumbres no hacen leyes, las leyes se hacen a base de lo que la colectividad considera armónico y moralmente aceptable eso es lo que hace la obligatoriedad de la costumbre no la costumbre como tal.

Trataré de hacer más relato de lo que acontece durante la fiesta, un saludo a todos…

Lic. Víctor Cabrera Alcalá

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